domingo, 5 de enero de 2014

Estableciendo la Visión

En la última publicación compartíamos sobre la oportunidad que nuestro Salvador nos brinda con este nuevo año que comienza. Nuestro pastor Carlos Chacín hoy nos recordaba en su charla del día una frase que siempre le ha gustado compartir con nosotros: “Dios, es el Dios de las segundas oportunidades”, por demás nos recalcaba la necesidad de retomar la Visión que como congregación nos fue dada (Si quieres saber más al respecto visita la página web: www.grupocristianoapostolico.com).

Esto, conectado con lo anteriormente compartido a través de Convenci2 acerca el fin y comienzo de este nuevo año, nos llevó a un pasaje en la Palabra de Dios, contenido en el libro de Habacuc en su capítulo 2, versos 2 y 3: “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”.

Este inicio de año es un excelente momento, para que junto a Dios, en oración y comunión íntima con Él, puedas revisar, corregir y establecer cuál será tu Visión de vida para este año 2014, más allá de establecer metas a corto y mediano plazo, indagar en el corazón de Dios sobre tu Propósito, no sólo en lo personal, sino también en lo que anhela el corazón de nuestro redentor para tu vida.

Hemos sido “Redimidos” y “Salvados” por Gracia, pero no ha sido de forma gratuita. Nuestro Señor Jesús pagó con su vida nuestra Salvación. Recordar esto es indispensable al momento de comprender que nuestro caminar en este mundo es transitorio, y por demás no debe ser vano.

Estamos Convencidos que establecer tu Visión para este año te ayudará a canalizar y encausar tus esfuerzos de manera eficiente, aún más si permites que el Espíritu Santo te guíe en ello.

Un ejercicio que te recomendamos, es tomar un papel y escribir esa Visión, acompañada de las metas a corto, mediano y largo plazo que te ayudarán a alcanzarla, y tenerla siempre visible, para que cuando situaciones adversas te hagan pensar que “no lo puedes alcanzar”, la tabla con la Visión te recuerde aquello que junto a Dios estableciste, y que no puedes volver atrás.

Es necesario que tu Visión centre tres puntos importantes de tu vida:

1.   Espiritual: Tu crecimiento y tu relación con Dios siempre debe ocupar el primer lugar. Establece cuales objetivos y metas te pueden conducir a mejorar día a día tu relación con Dios. Da “pasos de bebé”, intenta poco a poco orar y leer tu Biblia con disciplina, comenzando diez minutos y con dos o tres capítulos al día, hasta que generes un hábito, el cual te permita realmente conectarte en comunión con Dios. ¿Estás compartiendo esta Salvación tan grande con aquellos que están cerca de ti? Comienza a hablar con tus amigos y familiares, recibe discipulado y comienza tú a hacer discípulos igualmente.

2.   Personal: En este punto se refiere a tu alma, tus emociones y tus anhelos personales (tus estudios, tu trabajo, tus relaciones familiares). Analiza bien los deseos de tu corazón, y llévalos ante tu Padre. ¿Quién te conoce mejor? Igualmente establece esos pasos de bebé que debes comenzar a dar para poder alcanzarlos y fíjate metas reales que te lleven a ello.

3.   Físicas: ¿Cómo está tu salud? ¿Puedes hacer algo para mejorarla? Hay algo que no debemos olvidar, nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. No quiere esto decir que tienes que ahora correr a inscribirte en un gimnasio para tener el cuerpo perfecto, pero sí implica que debemos tomar responsabilidad contigo mismo en lo referente a tu cuidado.

Estamos Convencidos que este será un nuevo año, en el cual podrás, si lo propones en tu corazón, dar fruto en abundancia para tu Señor y Salvador.

Dios te bendiga.

Douglas y Dayana García

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