jueves, 24 de diciembre de 2020

¡Feliz Navidad!

 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. (Isaìas 9:6 RVR 1960)


Hoy celebramos “Nochebuena”, víspera del natalicio en nuestra Tierra de Jesucristo. En esta fecha es común compartir regalos, compartir la cena en familia, en fin, un momento para compartir junto a amigos y familia en sana armonía.


En este marco, a ustedes mi amigos y familia, me gustaría compartirles una reflexión. La cita bíblica a la cual hago referencia fue escrita por un profeta hebreo, durante el siglo VIII antes de Cristo, sin embargo, nos hacía referencia a un evento tan importante, que al día de hoy lo celebramos.


Si bien Jesús, siendo Dios, no tiene principio ni fin, es decir, es eterno y su vida no comenzó hace poco más de dos mil años, su encarnación se debió a un propósito eterno, el cual no era otro, que el rescate de nuestras vidas, perdidas de la presencia de Dios debido a nuestro pecado y el darle la espalda a la soberanía de Dios. Este pecado nos alejó de Él, y nos condenó a la muerte.


El evangelio según San Juan dice así: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (San Juan 3:16 RVR 1960). Esto significa que si Jesús, siendo Dios, decidió venir a nuestro mundo para vivir como hombre, naciendo de una mujer, padeciendo al igual que nosotros de las circunstancias de este mundo, fue porque su amor para con nosotros fue sumamente grande, tan grande, que ofreció finalmente su vida en una cruz para pagar la condena por nuestro pecado.


Hoy es momento propicio para entender, que si celebramos el nacimiento de Jesús, es porque fue el inicio de la consumación del plan de Dios para darnos vida y poder tener libertad para acercarnos a Él.


Celebremos estas fiestas con gozo y alegría, teniendo presente que Navidad es la fiesta donde recibimos el mayor regalo, la vida del Hijo de Dios, la cuál nos regaló el Todopoderoso Creador del universo para reconciliarnos con Él, y poder disfrutar de la genuina y verdadera vida, conociéndole a Él y viviendo sus propósitos de bien para nosotros.


¡Feliz Navidad! Que la gracia, paz y amor de nuestro Señor Jesucristo sea con cada uno de ustedes.

lunes, 20 de abril de 2020

Convencidos de la provisión y el cuidado de nuestro Dios

"No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Filipenses 4:11‭-‬13 RVR1960

Hoy en medio de la pandemia, cada persona está en diferentes circunstancias. Hay los que tienen abundancia, como los que tienen necesidad. 

En nuestro caso primeramente debemos confiar. Nuestro Padre no descuidará ninguna de nuestras necesidades, siempre y cuando, confiemos en Él y le creamos a Su Palabra.

En segundo lugar debemos practicar un mandato de nuestro Señor: "sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad" 2 Corintios 8:14 RVR1960. Esto es, velar por nuestros hermanos en escasez.

Hoy es momento de creer: Creer en que nuestro Señor nos guardará de todo mal e igualmente nos suplirá toda necesidad.

Su Palabra nos promete: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús". Filipenses 4:19 RVR1960.

Hoy les insto a creer. El rey y profeta David escribió lo siguiente: "Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.  Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados". Salmos 40:1‭-‬5 RVR1960.

Seamos bienaventurados, y confiemos en nuestro Dios. Bendiciones.

Douglas y Dayana García.
20/04/2020

domingo, 12 de abril de 2020

Convencidos de la Resurrección de Cristo


“Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:12-23 - RVR 1960).

El día de hoy, es un día mundialmente reconocido como una fecha de celebración cristiana. Sin embargo, no para todos tiene la misma importancia o significado. Dependiendo de la cultura o tradición es un día digno de recuerdo o un día más, pudiendo ser igualmente como un día sagrado o un día comercial, significando para algunos vida o incluso decepción o desesperanza por “falta de respuesta” de parte de Dios.

Para quienes hemos creído en Jesús como Señor y Salvador, es un día que nos recuerda que todos nosotros tenemos una esperanza, y una certeza: Aunque es muy cierto que algún día moriremos, también es cierto, que quienes hemos creído a nuestro Señor Jesucristo, también resucitaremos cuando Él vuelva: Ésta es la base de nuestra fe.

La Palabra de Dios define la fe así: “La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver” (Hebreos 11:1 – NTV). Esto implica que cada persona que ha decidido creerle a Jesús, ha de la misma manera creído que resucitará juntamente con Cristo, de la misma manera que Él también resucito, como dice también Su Palabra: “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:52-54 – RVR 1960).

Debido a sus promesas, y debido a la realidad de su resurrección, nuestra fe nos permite tener nuestros ojos puestos en Jesús: “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).

Continuemos pues, confiando y creyendo, que a pesar de las adversidades, nuestra fe en Él nos permitirá mantenernos firmes, convencidos de su amor y de que nuestra vida está en Él guardada (Colosenses 3:3).

Douglas y Dayana García
12/04/2020

miércoles, 1 de enero de 2020

Nuevas todas las cosas

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". 2 Corintios 5:17

Es costumbre para muchos, sin distingo de clases sociales o culturas (aunque tal vez no en la misma fecha), detenerse a efectuar un análisis de lo transcurrido y alcanzado en un año que finaliza, pues representa un punto de corte importante en el cual se puede evaluar lo alcanzado, lo no logrado y aquello que se anhela.

Como discípulos del Maestro, es necesario que entendamos y no olvidemos, que desde el mismo momento en el cual le conocimos, en nuestra vida hubo un "punto de corte", representando este, el inicio de una nueva vida, donde las cosas viejas deben quedar atrás (pasar), dando paso a una "nueva vida".

Este fin e inicio de año es propicio para evaluarnos,  un buen momento para preguntarnos, y preguntarle al Espíritu Santo, si le hemos permitido que haga nuevas todas las cosas en nuestra vida.

Es mi deseo, que este nuevo año sea para cada uno, el inicio de un tiempo propicio para que el Espíritu Santo pueda hacer en nosotros NUEVAS TODAS LAS COSAS.

¡Que nuestro Señor Jesucristo les bendiga abundantemente!

Douglas y Dayana García