domingo, 7 de abril de 2013

Del pastor a su discípulo: Regocijaos en el Señor


La carta del apóstol Pablo a los Filipenses en su capítulo 4:4-7 dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".

¿Quién no se ha preocupado por lo que está pasando a nuestro alrededor? Delincuencia, crisis económica, desempleo, enfermedad y paremos de contar. Sin embargo nuestro Padre y Dios nos dice: ¡Regocijaos!

En ningún momento nuestro Dios nos está diciendo que debemos olvidar ocuparnos de aquello que nos corresponde o son nuestras responsabilidades, sino que a pesar de las circunstancias, y aún cuando pareciera que se avecina una tormenta, podemos llegar ante nuestro Padre, y en oración hacerle conocer nuestras necesidades, creyendo que Él podrá en todo tiempo fortalecernos, guardarnos y suplir todas y cada una de nuestras necesidades.

Recordemos a David: “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”. (Salmos 43:5).

Dios te bendiga.

Douglas y Dayana García.

No hay comentarios:

Publicar un comentario